domingo, 2 de agosto de 2009

टिक

Me preguntas si todavía escribo:

Sin juventud
un poema es como narrar un fuego.

Muchas tardes, acerco mis viejas letras al oído:
aguardo como frente a reloj de cuerda o caracola de mar.

¿Que si todavía escribo?

Mi mejor obra ha transfigurado en beso, cincel o estrella:
Ahora sueño, me alimento o copulo (casi siempre sin y)

Es cierto, nos entretuvimos durante un tiempo,
azuzamos imágenes en pares imposibles...
(como aquella vez que apareamos "pájaros agorafóbicos"
para referirnos a los poetas)
o aquel paisaje:
"confundir puertas con ventanas sugiere correr en círculo"
Teníamos una lírica musculada y herniábamos al universo contra su voluntad
Saciábamos un ego embrutecido.
Ahora...
ahora cuento mis victorias por lo que logré callar
Decreté la disociación, empollé el desaire al adjetivo,
elevé un tributo al sonambulismo: tic tac.

Conocí que la palabra expira siempre en si misma
Sudé las contraprestaciones del silencio.

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